Han pasado muchos días desde la última vez que escribí en «Un rincón para mi Diván«, sin embargo paradójicamente nunca he permanecido tanto tiempo acostada en mi propio diván. Durante este tiempo, pude compartir muchas ideas y proyectos con personas de otros países y diferentes «backgrounds» en una pequeña localidad llamada Tetovo, situada en Macedonia, cerca de Kosovo y Albania. Este proyecto me alejó levemente de la realidad cotidiana, convirtiendo así mis vacaciones en uno de los periodos más productivos de lo que va de año. He vuelto a mi rincón, con un cuaderno repleto de ideas, planes, libros pendientes para leer, material que escribir y componer así como un sin fin de preguntas para las que desearía algún día hallar respuesta.
Como en todos mis viajes, el monumento más valioso que he podido descubrir tiene esa luz y esa calidez tan única del ser humano. Esa esencia tan especial que probablemente nunca logremos olvidar. Sigue leyendo