Pídele a un niño que acaba de iniciar la escuela que pinte un árbol y una casita… sin limitaciones, sin más ayudas. Lo que el niño hará es recrear el árbol y la naturaleza y su casa utilizando diferentes materiales que probablemente no sabe ni lo que son o cómo se llaman… pero lo hará de una forma genuina y única, mezclando lineas, texturas, materiales. Probablemente, el niño no copiará a su compañero porque … ¿qué sentido tiene? nadie es más listo que nadie, nadie tiene que conseguir más aprobación, tan sólo se trata de un dibujo, de arte. Sin embargo, pide a ese niño que dibuje una casita y un árbol después de años en la escuela. ¿Una casita? ¿Para qué me va a servir dibujar una casita o un árbol?
El 80% de los niños realizaránr el mismo diseño de casa, los mismos trazos y el mismo estilo. Probablemente ninguno se atreva a entretenerse algún tiempo de más en la tarea. ¿Qué estamos haciendo mal?
Foto por Alexandar Popovski, un niño camino a la escuela en Tailandia
Hace bastantes años me sentaba a hablar con un chico que portaba una gran cámara de fotos y muchos sueños. No comprendí entonces la razón por la cual aquel «niño soñador» no encajaba en ninguna escuela ni conseguía terminar un curso entero; sospechaba que aquello le producía cierto sufrimiento, «el ser diferente«.
«Studying is the principal means of self-education throughout life» (Rohwer,1984)
En el transcurso de tiempo, muchos de los que ahora mismo leen este pequeño texto, han imaginado como sería su futuro profesional, vocacional o incluso artístico. Muchos nos hemos esforzado en hacerlo bien, para conseguir esa meta, para sentir algún día esa satisfacción personal del «haberlo logrado». Posiblemente a estas alturas nos hayamos dado cuenta de que aquello que parecía tan sencillo, en realidad se ha convertido es un gran objetivo, los peldaños de la escalera elevadora hacia el éxito parecen haberse ensanchado sin previo aviso, y la distancia que antes semejaba un metro ahora se han convertido en kilómetros. Posiblemente el cansancio esté incidiendo en nuestra percepción del mundo. No permita que el miedo al fracaso y la rendición aminore sus pasos. Simplemente deténgase, y descanse mientras elabora una estrategia.
¿Qué tiene que ver la Psicología con todo esto? «La estrategia»
Muchos autores trataron el tema del aprendizaje desde el punto de vista psicológico, Bandura, Barry J.Zimmerman, Butler, Ericsson y etc. Todos ellos nos han dejado un legado muy amplio con numerosas investigaciones en este campo. Sería imposible resumir todo este material en un pequeño texto, por lo que me centraré en una «constructo» que a mí como profesional de la psicología me resulta altamente interesante, se denomina la «auto-regulación académica» (academic self-regulation). La auto-regulación académica implica un complejo conjunto de pensamientos, sentimientos y acciones generados por nosotros mismos en relación a la consecución de unas determinadas metas.
Las personas con gran éxito, tienen algo en común…Sigue leyendo →
Han pasado muchos días desde la última vez que escribí en «Un rincón para mi Diván«, sin embargo paradójicamente nunca he permanecido tanto tiempo acostada en mi propio diván. Durante este tiempo, pude compartir muchas ideas y proyectos con personas de otros países y diferentes «backgrounds» en una pequeña localidad llamada Tetovo, situada en Macedonia, cerca de Kosovo y Albania. Este proyecto me alejó levemente de la realidad cotidiana, convirtiendo así mis vacaciones en uno de los periodos más productivos de lo que va de año. He vuelto a mi rincón, con un cuaderno repleto de ideas, planes, libros pendientes para leer, material que escribir y componer así como un sin fin de preguntas para las que desearía algún día hallar respuesta.
Como en todos mis viajes, el monumento más valioso que he podido descubrir tiene esa luz y esa calidez tan única del ser humano. Esa esencia tan especial que probablemente nunca logremos olvidar. Sigue leyendo →
Existe un tema recurrente en el escritorio de todo terapeuta. Un tema que perdura y persiste con el paso de los años, es indiferente a la edad o el sexo, incluso a la cultura, el idioma o la latitud geográfica.
Implica toda esa cadena de males menores o mayores, consecuencias catastróficas, desencadenantes de actos irracionales alérgicos a la razón y supervivientes a cualquier realidad. Pero el amor, también es causante del mayor estallido de placer, plenitud y alegría de la cual es conocedor el ser humano. Una droga de diseño. Lo cierto es que nunca somos tan vulnerables como cuando amamos.
El sentido común nos dice que cuando una relación amorosa se termina, hemos de pasar página de la forma más rápida e inocua posible. Lo mismo ocurre cuando colocan una banda de cera caliente sobre la piel, ha de retirarse de un tirón, rápido y limpio a merced de la causa – “Para presumir, hay que sufrir”. Puro instinto de supervivencia. Pero, ¿Qué ocurre cuando nos quedamos anclados en una relación pasada? ¿Para volver a ser feliz, hay que sufrir? ¿Dónde se ha escondido la felicidad? Es un juego injusto, semeja una condena eterna a sentirse perdedor Sigue leyendo →
Nada más ver este título, muchos de mis conocidos me preguntarían… ¿Pretendes hacer un PET o una resonancia magnética funcional a los trabajadores para poder decidir si los contratarías o no? Mi respuesta, sería un NO. Obviamente me encantaría estudiar sus cerebros desde un punto de vista científico. Como apasionada del estudio de la conducta humana, no se me ocurriría mejor forma para conocer y dirigir a el»staff» de una empresa
El arte de volver a empezar, de reciclarse, de mejorar. La virtud de comenzar a contar desde cero, internamente… de posicionar los dos pies en la línea de salida. Olvidar el sonido del cansancio, del jadeo proveniente de un esfuerzo anterior. Sacudir la arena de los zapatos, contemplar la huellas pasadas sin decaimiento… romper las suelas fruto de la constancia, de la peregrinación del “vamos a intentarlo otra vez”. Cubrirnos los ojos con una tela translúcida, jugar a que ya no vemos aquello que nos aterra y nos impide avanzar, nos trunca el progreso. Permitir que la luz se cuele… la luz de la esperanza, del optimismo, de la ilusión. Dejar de Escuchar el murmuro de los miedos, los mensajes de tintes pésimos y evocadores del fracaso… Agudizar los sentidos para la música, la armonía de la vida, de todos sus encantos. Tocar el fruto de la experiencia, qué importa si es fruto del error o del acierto… disfruta, disfruta de las pequeñas cosas. Aprende el arte de comenzar de nuevo, de reciclarse, de mejorar.
St, James´s Park Tube Station, Broadway (London). Año 2005
Hora punta en Londres, medio día. Recuerdo un bullicio importante en la boca del metro, mucha gente, demasiada hasta para una rata urbana -. Pensaba para mí. Era la tercera vez que cogía el metro desde ese punto de la ciudad, lo suficiente para poder permitirme unos segundos de divagaciones y deparar en los pequeños encantos que una ciudad multicultural nos ofrece. Pronto caí en las redes de la distracción, – ¡Tiempo muerto! -. El sonido de la guitarra del chico Irlandés, el brillo de las pulseras de la mujer hindú, su magnífica falda de seda de colores, la ajana, otra vez la sonrisa del joven irlandés… el olor a noodles chinos con soja.Permanecía allí de pié, absorta en aquel fabuloso escaparate cuando percibí bajo mis pies una pequeña oscilación que me informaba de la llegada inminente del metro, todo el mundo se lanzó hacia el tren. Miré de reojo el enorme reloj que colgaba del techo, me sentí brevemente amenazada por la aguja que marcaba y media. Decidí correr, no tenía prisa pero corrí para llegar a algún sitio, quien sabe dónde. Las puertas del tren se cerraron súbitamente anunciando el fin del tiempo muerto. Íbamos muy apretados, a penas conseguía separarme de la multitud para poder remover en mi pequeña mochila, hombro con hombro. No pasaron ni dos minutos hasta que comenzó a extenderse un fuerte murmullo; resultaba molesto… Pronto localicé el origen de tal controversia. Dos jóvenes árabes habían entrado en el mismo vagón. Tardé unos segundos en someterlos al escrutinio de mi mirada, vestían una túnica blanca con una chaqueta negra que les cubría hasta la rodilla y una bufanda del mismo color que solo permitía ver la nariz y los ojos. Ambos llevaban una mochila de tamaño medio, uno de ellos sostenía un teléfono en la mano, con auriculares. Seguí con la mirada el cable de los auriculares, lo que me llevó rápidamente a sus ojos. Permanecí un buen rato mirando los ojos de aquel joven, eran negros y profundos, con pestañas largas y densas. No atisbé rastro alguno de maldad en aquella expresión, es más apreciaba su cadencia. El murmuro siguió «in crescendo» mientras él seguía sosteniéndome la mirada. La gente comenzó a removerse ante el detenimiento de la velocidad del tren, era la próxima parada. Recuerdo que durante aquellos segundos miré a mi alrededor y percibí la urgencia que todos tenían por huir de aquel vagón. Se contagiaba a la velocidad de la luz. Eran cuestión de segundos, volví a mirar al joven, esta vez desafiante. Recordé el ritmo de la canción del irlandés, mis padres, mi hogar… eran lapsus de imágenes que viajaban a toda velocidad por mi mente. -. Cuando volví a parpadear, el joven árabe había retirado la bufanda dejando al descubierto los labios, una tímida sonrisa bajo la sombra de una perilla dibujada con esmero. Tenía calor, el bullicio de la gente aturdía mis pensamientos, comencé a sentir miedo sin saber de dónde venía -. Si hace tanto calor ¿Por qué lleva una bufanda? Me pregunté, inventándome una congruencia absurda a lo que iba hacer. Extendí la mano y pulsé el botón rojo de la puerta. Salí huyendo, igual que la masa. Sigue leyendo →
… Fue en clases de solfeo, “Ella” era tan solo una niña. Las notas musicales estallaban en su cabeza dejando el rastro de una perfecta melodía en los sentidos. Vivía de tal manera las notas musicales que, incluso en el silencio más profundo antes de dormir podía evocar su ritmo y escucharlas en la más absoluta oscuridad. No tenía CDs ni cintas en su habitación, a veces sintonizaba la radio y escuchaba música clásica, se tumbaba encima de la cama mirando cómo la melodía se colaba por cada uno de los huecos de aquella pequeña habitación. No conocía ni a los músicos, ni probablemente distinguía la intervención de cada uno de los instrumentos pero podía captar la esencia, el entusiasmo y la pasión invertida en cada nota musical. Sigue leyendo →
…Cuando se habla de amor, la percepción de vacío interior quizás sea el sentimiento más desalentador que pueda percibir un ser humano. Esta sensación de vacío y bloqueo a la hora de expresar las propias emociones, lo que los psicólogos llamamos alexitimia emocional, forma parte de la dinámica de funcionamiento de muchas parejas. Me refiero a la sensación de vacío interior como algo horrible, debido a que a nivel experiencial se trata de una falta irresoluble que por nosotros mismos somos incapaces de subsanar. Un vacío emocional es un frío atroz que no puede abrigarse, es un hambre que no puede alimentarse… no podemos suplir una falta de algo cuando no sabemos qué falla. Tampoco podemos pretender incorporar algo ajeno a nosotros para que nos cure u ocupe un espacio en blanco, sería como vendarnos los ojos y a tientas, darnos cuenta cada día de que ese lugar continúa egoístamente vacío.
-. Y que… ¿El «puzzle» no encaja?
Muchas personas llegado este punto, contemplan dos únicas opciones en el camino. La primera, quedarse solos y resignarse a una vida en solitario huyendo de cuantas posibles derrumbes catastróficos puedan ocurrir en la arquitectura de su corazón, o bien optar por el conformismo. Ambas opciones resultarán igualmente devastadoras para el Eros. A este nivel, parece que el camino por el cual debe cursar la vida es más bien un laberinto, parece que los más oscuros rincones e incógnitas se presentaron para atormentarnos y desorientarnos en esa multitud de opciones y sin sentido.
Sin embargo, -. ¿Y si le dijese que posiblemente la vida le esté dando una Gran Oportunidad?
Lo cierto es que no podemos obtener algo valioso sin una contrapartida, esfuerzo, dolor, incertidumbre… son pequeños daños colaterales. Son experiencias que debemos vivir para poder «ejercer la posibilidad de cambio«.
Cambio, Adaptación, Aprendizaje…Ese dinamismo intrapsíquico tan necesario que nos sitúa en la pista de salida una vez más.
Quizás, si dejamos de focalizarnos en la parte negativa, en la falta, en la pérdida, en lo que no tenemos… y por el contrario nos centramos en la parte más positiva, nos sorprenderemos encontrando la salida al final del laberinto. -. Nadie dijo que sería fácil. Muy probablemente el camino sea largo y laborioso, seguramente no implicará la recompensa inmediata, pero sin duda es la única forma de encontrar la salida en esta encrucijada. Por eso, el simple hecho de «tener una relación» no implica amor, tampoco implica felicidad y mucho menos plenitud. El amor se crea, es una opción, la vida te da la oportunidad de elegir. Invierte tu tiempo en encontrar la mejor de las opciones.
Esta posibilidad de elección no tiene nada que ver con la belleza, ni con tus ojos verdes redondos ni con los míos marrones almendrados. Tampoco tiene que ver con la probabilidad de éxito, ni con la situación económica o estatus social. Si aún contemplas ésta capacidad de elección desde esta perspectiva, entonces es absurdo que sigas leyendo este texto.
El autoconocimiento y la responsabilidad de uno mismo es el punto de partida de ese viaje que todos vamos a emprender. Una de las principales razones por las cuales muchas personas no tienen amor en su vida, da igual si es Eros, Ágape o Filial es porque no se respetan a ellos mimos. «Si no te respetas a ti mismo, nunca podrás amar«. Ésta podríamos considerarla como una Ley subconsciente del amor, el respeto. La huella del pasado tiene mucho que ver aquí; existen personas que sin querer comienzan a odiar su vida como respuesta a un rechazo o a heridas acumuladas del ayer. Debemos buscar el valor de nuestra propia existencia, incluso en las pequeñas cosas y asumir dicha responsabilidad. Una vez conseguido esto, dejaremos paso al siguiente nivel » la capacidad de entrega». El secreto está en disfrutar con aquello que tu puedes ofrecer a la otra persona, sin haber creado unas expectativas previas sobre la recompensa esperada; Comprender que el amor es absolutamente libre y gratuito. Simplemente no te enfades si la otra pieza del puzzle no encaja en ti, puesto que está en todo su derecho de tener la forma que el o ella elija.
“Ya había puesto en mi pecho un letrero que ponía “Cerrado por demolición”. Y aquí me tiene usted, pintando las paredes, abriendo las ventanas, plantando flores en el jardín”
Thorton Wilder escribió una vez «Hay una tierra de los vivos y una de los muertos; y el puente que hay entre ambas es el amor… la única forma de sobrevivir, lo único que tiene sentido»
Me gusta definir el amor como una tendencia que tiene el ser humano a la plenitud existencial y a la felicidad. Se lleva a la práctica mediante la aceptación complacida de la existencia del otro. El amor, compromete toda las dimensiones del hombre, la parte corporal, la parte psíquica, lo social y también lo espiritual.
Muchos escritores, antropólogos y filósofos se encargaron de definir el amor a lo largo de los siglos. Nosotros también lo hemos hecho aunque de una forma más humilde, más autorreflexiva. En algunas ocasiones, todos nos hemos preguntado -. ¿Qué significa amar? o -.¿Estoy enamorado? , Realmente… ¿Le quiero?. Es un debate interior constante, inherente al ser humano, presente en todas las zonas geográficas, étnias, culturas o inlcuso edades.
Es cierto que existen diferentes tipos de amor y que existen muchas teorías que hablan de la importancia que tiene a nivel relacional en las personas e incluso cómo funciona a lo largo del tiempo, sus fases y también su detrimento. Y ahora, muchos estarán pensando que hablo del «amor» como si de un engranaje se tratase… como si dispusiese de un taller con herramientas especiales y yo misma pudiese abrir la «cápsula del Eros» y analizar cada una de las partes. Bien, no tengo un martillo para eso, de hecho creo que no existe. Si cada ser humano es diverso y complejo en si mismo, imaginaros las relaciones amorosas… son dos seres humanos, volcando sus características personales, sus necesidades, sus miedos, sus experiencias… en una especie de estado desesperado intentando complacer la existencia del otro. Sin embargo, si existen unas «leyes del amor». Al igual que todos hemos escuchado alguna vez cómo la ciencia explica el movimiento de las olas, el surgir de la vida, el movimiento de la tierra.. también podemos hablar de unas leyes que afectan a la naturaleza y la existencia humana.
» Cuando llegues al final de la vida, lo único que contará será el amor que hayas dado y el que hayas recibido. Lo único que podrás llevarte es el amor, y lo único que podrás dejar aquí, es amor. ¿Cómo poder soportar una vida sin amor? «
Pues si, existen muchas personas en el mundo que renuncian a una vida llena de amor. Muchas personas tienen miedo a que les hagan daño, otras personas se quejan porque afirman que nunca lo han encontrado, otras han sufrido separaciones dolorosas y nunca más lo han intentado. Otros se han quedado esperando a que el amor llegase a su puerta, y afirman convencidos y resignados que el Eros nunca encontró el camino a casa, otros pocos me han dicho que no creen en él, que es una invención del ser humano, enfatizado por las comedias románticas. El amor existe, pero no viene dado sin más. El amor no es azaroso, el amor se crea, nosotros mismos lo construimos.
Muchas personas creen que el amor es un «flechazo». Si bien es cierto que la atracción física tiene una gran influencia, ésto solo ocurre al comienzo de la relación porque con el paso de los años se convertirá en una arma de doble filo. El físico en el amor, funciona como los anuncios publicitarios, la marca «el branding» capta nuestra atención sin poner especial énfasis en analizar y disfrutar de la calidad que hay en el interior. El resultado final es que pasan los años, y muchas personas «han adquirido» mucho producto de marca aparentemente valioso, pero con escaso contenido. En muchísimas ocasiones terminan casándose con el «chico perfecto» y comienzan a percibir con el paso de los años que «Ken» o «Barbie» no les llena, que hay algo que falla, no existe afecto, no hay aguante en las situaciones difíciles, no hay compasión ni paciencia -. ¿Qué ocurrió? . Se desconocían. El primer paso para hallar el amor verdadero es conocerse muy bien a si mismo y después conocer y comprender a la otra persona, para poder quererla tanto por dentro como por fuera.
En la vida, logras lo que eres y eres lo que logras. Lo cierto es que no creo que las relaciones produzcan amor en si mismas, considero que las personas de manera individual son las que «ponen» amor en las relaciones. Ese suele ser uno de los problemas más frecuentes en las relaciones de pareja, que consideran que el amor viene dado por el mero hecho de vivir juntos y pagar una hipoteca a medias. – ¿»Entonces como habéis conseguido una casa en la playa con cinco habitaciones os queréis más?»Eso no funciona así, cada uno de nosotros tiene que ir con los deberes hechos de casa, aportar en la «cesta mutua del Eros» nuestro granito de arena, así cada día… cada día, todos los días, hasta crear un pequeño desierto para dos.
Existe un vínculo muy interesante que explica a nivel psicológico cómo funcionan los engranajes del Amor. Lo que nosotros pensamos sobre el amor, va unido a lo que nosotros sentimos y esto se refleja en cómo nos comportamos. Tres puntos fundamentales. Cuando le pregunto a alguien por su comportamiento me lo describe, cuando pregunto -.¿Qué sientes? Suelen hablar sobre qué emociones experimentan en ese instante o el pasado. Por el mero hecho de responder esto creen erroneamente que ya saben que creencias tienen sobre el amor, y no es verdad. Muchas de estas creencias van en nuestro inconsciente y no deparamos en ellas, por eso muchas personas se enamoran «por el branding publicitario» sin fijarse en el interior o la inteligencia -. ¿ O pensáis que deciden ser infelices para el resto de sus vidas de forma voluntaria? La respuesta es No.
No poseo poderes adivinos ni martillos para romper la famosa «Cápsula del Eros» pero si existen leyes capaces de predecirlo, leyes que nos hablan del pensamiento, de la comunicación, de la pasión, la confianza, el respeto… Otro día os hablaré de las bases biológicas del amor, de cómo influye el pensamiento en la «creación» del amor y también los factores culturales y sociales.
Hace millones de años en la antigua Grecia crearon la palabra EROS para definir el afán de engendrar la belleza según el cuerpo y según el alma. Desde el punto de vista ético, el Eros impulsaba un proceso de maduración personal y conocimiento mutuo.
(Si actualmente tienen su pareja al lado, no se olviden del granito de arena para la Cápsula del Eros y disfruten del desierto que están construyendo exclusivamente para dos)