Erase una vez en un reino muy lejano…
Una princesa soñaba con castillos, con príncipes azules que sabían montar a caballo y con jardines de olor a rosas y jazmín. Una princesa vestía preciosos vestidos de seda, mientras leía cientos de libros en su balcón desde dónde observaba cómo los campos verdes abrigaban las montañas. Una princesa se despertaba con los rayos de sol en sus ojos y el sonido de los pájaros revoloteando en su ventana. Aquella princesa era la más bella, inteligente y habilidosa mujer de su reino.
Todas las niñas quisieron ser algún día princesas
Y esas niñas hoy han crecido y son mujeres. Viven en pisos de alquiler compartidos, otras pagan alquileres a duras penas y algunas incluso viven en chabolas. Otras se han divorciado de sus príncipes azules y en el peor de los casos han sufrido malos tratos. Algunas no tienen dinero para comprarse sus libros, y su balcón tiene vistas al basurero de Sarajevo. Sigue leyendo