Suena complejo eso de la Neuroeconomía, sin embargo quizás pueda reducirse simplemente a analizar el por qué nos comportamos de cierta manera o tomamos algunas decisiones. Al final, la vida es eso, un puñado de buenas y malas decisiones. Hay un puente que no es fácil de distinguir entre la matemática y la psicología, en esa dirección también está la economía y todo ello en conjunto empuja a la política y a las sociedades.
Es demasiado complejo tratar de comprender qué ocurre en el cerebro cuando apostamos o decidimos, y sobre todo por qué algunas personas son tan patosas en el proceso, y sin embargo otras suelen acertar más o menos en el blanco.
En mi caso, nunca quise estudiar matemáticas, e incluso me resulta aburrido buscar los símbolos matemáticos en el teclado. Yo no sé de matemáticas, pero comencé a investigar sobre la cognición numérica y había algo en ella que me apasionaba. Tampoco nunca quise estudiar los mercados, ni formar parte del mundo corporativo, sin embargo tras descubrir el poder del comportamiento de masas y elección de compra y adquisición que mostramos los humanos y el impacto que todo ello genera en la sociedad, la curiosidad se apoderó de mí. Sigue leyendo