Al ver estas imágenes casi no hace falta ni explicar en qué consiste la sexualización de los niños y niñas. Existen una gran cantidad de estudios que demuestran que la sexualización en a infancia predice trastornos en la alimentación, baja autoestima y depresión, sobre todo en niñas. Genera por tanto, un impacto negativo en el desarrollo cognitivo del niño/a, en su salud física y mental así como el desarrollo de una sexualidad saludable y adaptada.
¿Sabemos cuándo sexualizamos la imagen de una niña?
Nos referimos a las niñas, porque son Ellas las que más están expuestas a la sexualización (lo vemos en juguetes, en las figuras utilizadas en los videojuegos, juegos de rol, juegos simbólicos, ropa, revistas, películas etc.)
¿Cuándo sexualizamos la infancia?
Sexualizamos la infancia cuando…
– Consideramos que el valor de una persona proviene de su atractivo físico y su belleza, excluyendo otras habilidades y/o características.
– Una persona está sujeta a un estándar de belleza que iguala el atractivo físico, esto es “existe un prototipo de lo que es sexy”. Por ejemplo, el “blanching de la piel de las adolescentes afro, otro tema importantísimo a tratar”
– Cuando una niña es “sexy”. Esto es crucial, una niña no tiene que ser sexy.
– Cuando una persona se convierte en un objeto para el disfrute de alguien más en lugar de presentarse como una persona que toma sus propias decisiones.
– Cuando la sexualidad es impuesta de una manera inapropiada a una persona. Por ejemplo, cuando los niños/as están involucrados en la sexualidad adulta, visionando ciertas conductas, viendo programas televisivos no apropiados o contenidos de internet.
¿Por qué es nuestra responsabilidad frenar esta hiper-sexualización de la infancia?
Porque daña a nuestros niños y niñas. Estas son algunas de las consecuencias demostradas:
– Causa una atención crónica hacia el propio aspecto físico que impide dedicar la misma cantidad de recursos atencionales a otras actividades (por ejemplo físicas o intelectuales).
– Limita la forma y efectividad de los movimientos físicos de las niñas (porque existe un impacto negativo demostrado en la percepción corporal adjunta al movimiento).
– Crea ansiedad en relación a nuestra apariencia.
– Genera distorsión de la imagen corporal y vergüenza en relación al cuerpo.
– Se relaciona con trastornos mentales de inicio en edad adolescente (incluso con el consumo de sustancias).
– Predice claramente el desarrollo de anorexia nerviosa en adolescentes.
– Predice el consumo de tabaco en niñas adolescentes.
– Predice la auto-objetivización y ello impacta negativamente en el desarrollo de una sexualidad saludable (uso disminuido de profilácticos y de la asertividad sexual, necesitan complacer al otro).
– La exposición de ideales femeninos impacta de forma negativa en la satisfacción de los varones en cuanto a sus relaciones sexuales e intimas con las mujeres (porque obviamente no consiguen satisfacer su deseo imaginario).
En Reino Unido han hecho un recuento de abuso sexual de niños/as a niños/as “Peer on Peer abuse” (BBC, Panorama). Se han detectado más de 30.000 casos de abuso sexual en la infancia en los últimos 3 años (de los cuales un 74% no se lleva a cabo ninguna acción para abordar este abuso). Existe abuso sexual en la infancia en los centros educativos, pero es un tema que no nos hemos atrevido demasiado a tratar. Obviamente, un “tema tabú”que duele abordar pero que los/as profesionales de la salud mental estamos haciendo frente cada semana.

Peer on Peer Abuse – BBC Panorama
¿Sabemos cómo actuar en cuanto a la prevención de la Sexualización de los propios hijos/as?
Algunas recomendaciones para padres y madres…
1. Conocer qué ven nuestros hijos/as en internet, qué revistas consultan, de qué hablan, con qué juegan…
Hace poco ojeando una revista para adolescentes encontré un artículo que se titulaba (Posturas sexuales para parecer más delgadas). ¿Qué les parece? […]
2. Comprender la diferencia entre la expresión sana de la sexualidad y la hipersexualización.
Existen fases del desarrollo en las cuales el niño/a va a explorar la sexualidad a través de juegos (desde los 3 años). En la adolescencia, la sexualidad ocupa un papel importante en el proceso normal de desarrollo y auto-descubrimiento.
Aunque no resulte cómodo para los padres y madres, debemos iniciar una conversación con los hijos/as a edad temprana. Algunos consejos son los siguientes.
a. Separar sexualidad y reproducción. Los adolescentes no están interesados/as en la sexualidad como fin reproductivo.
b. Importantísimo hablar sobre consentimiento desde una edad temprana (a niños y a niñas).
c. Evitar la tendencia natural a negar a los niños/as la necesidad de desarrollar sus habilidades y conocimientos en relación a la sexualidad. Tampoco debemos de “culpabilizar” pero si “responsabilizar”.
d. Aceptar la sexualidad de los hijos/as. En España los/as jóvenes se inician a una edad muy temprana en las relaciones sexuales (a los 15 o menos en el caso de las mujeres) por lo tanto, evitar la situación es un error. Pueden practicar sexo en un lugar seguro o bien en una fiesta (en la que habrá alcohol y drogas seguramente), en un coche o en un descampado. ¿Cuál creen que será más segura?
3. Hablemos sobre los mensajes de hipersexualización que aparecen en los medios de comunicación, no entre nosotros/as, si no con los niños/as.
Las niñas están demasiado expuestas a la auto-objetivización. Por ejemplo, en un estudio llevado a cabo el el año 2013 analizaron las características de los juguetes diseñados para las niñas a lo largo de los tiempos (Graff, Murnen & Krause, 2013). Algunos ejemplos eran: ropa estrecha, vestidos que mostraban la intimidad, presencia de escote, pelo no natural y resaltado, zapatos de tacón que dificultan la movilidad, formas físicas que son imposibles en la naturaleza humana, ropa confeccionada con material de “lencería”, ropa sexy aun tratándose de niñas etc.
El papel de los padres y madres es enfatizar que “aunque esas imágenes están presentes en las redes sociales y los juguetes, no esperamos que los hijos/as que se conviertan en esas imágenes, no son expectativas de lo que tienen que ser en el futuro y que existen muchas otras cualidades que valoramos en la sociedad “como la inteligencia y la superación personal. Es nuestra responsabilidad exponer a los/las menores a otras formas de aprobación social”.
Si notificamos, como padres/madres e educadores/as que existe una exposición inadecuada y/o forzada de un niño/a a la sexualidad, soliciten ayuda profesional para poder proteger y que esa persona pueda desarrollarse cognitiva, social, emocional y físicamente como lo que son: niños/as.
Gracias por leer, siéntanse libres para opinar. Feliz domingo!
diciembre 18, 2017 en 12:21 pm
Muy interesante tu artículo. Estaría interesada en debatir contigo un poco el tema de abuso en la infancia porque nosotros como padres lo estamos sufriendo. Un saludo y gracias por escribir sobre estos temas que parece ser que nadie quiere tratar.
diciembre 25, 2017 en 1:18 am
Y es que a muchos padres les parece algo normal, deseable, el que los pequeños se hagan de una imagen aceptable. Pero es, además de todas las consecuencias a nivel individual que bien has detallado, un verdadero problema de salud pública: embarazo adolescente, enfermedades venéreas, violencia de género, adicciones, alteración del núcleo familiar…