Quince escaleras, cuatro pisos. Sesenta escaleras conducen hasta mi aula, si las contemplo desde el primer piso, se puede ver a través de cada una de ellas. No son aptas para personas con vértigo. El edificio parece una vieja fábrica de los años 60, me agrada. La forma es cuadrada, hay cuatro ascensores en cada esquina que comunican cada una de las plantas.
La opción fácil es utilizar el ascensor, alguna vez he caído en la tentación. Casi siempre cuando tengo prisa. Hay una pegatina verde con forma de cuerpo humano justo a la altura de los ojos cuando pulsas el botón para acceder «a la opción fácil». Ese muñeco verde me hace pensar. Siempre pienso.
La actividad física mejora nuestra cognición
Y es una realidad. ya lo dijo Steve Jobs «cuando el cuerpo está en movimiento, la mente genera el mejor pensamiento» ¿Por qué ocurre esto?
Algunos investigadores de la Universidad de Illinois han demostrado que las personas que son físicamente más activas tienen una mejor función cognitiva. Se encontraron diferencias significativas en los ganglios basales e hipocampo, estas zonas están muy implicadas en el control cognitivo y la memoria. Parece ser además, que las personas que son físicamente activas tienen más volumen de sustancia blanca en el cerebro. La sustancia blanca es esencial para que las zonas del cerebro se comuniquen de una forma eficiente y fluida. ¿Cómo afecta esto a los estudiantes?
- Aquellos físicamente activos incrementan su concentración y atención en función de las demandas de la tarea, si los comparamos con los niños sedentarios.
- Muestran más facilidad a la hora de «inhibir ruido», es decir, evitar distracciones mientras se lleva a cabo la tarea.
- Suelen perseverar más en las actividades en las que están involucrados.
- A largo plazo, memorizan más.
Se ha demostrado la efectividad de la actividad física en personas con problemas psicológicos como depresión, ansiedad, trastornos de alimentación… y también en niños con TDAH o trastornos del espectro autista.
Sin embargo, cada día tendemos a movernos menos. Los horarios están pensados para permanecer sentados y rendir en las tareas pese a que se ha demostrado su ineficacia. Tendemos a elegir juegos menos interactivos y más cómodos. Utilizamos más el metro o el autobús. Chateamos y hablamos por teléfonos cómodamente sentados y ya no disponemos de tiempo para pasear con nuestros allegados. Discutimos temas familiares trascendentales sentados alrededor de una mesa. Pretendemos que las ideas geniales nos lleguen por ciencia infusa desde el cómodo asiento de nuestro sofá. Llamamos al ascensor una y otra vez pese a que no lo necesitamos.
Es curioso cómo la nueva sociedad y estilo de vida nos empuja «hacia la opción fácil» sin embargo piense ¿Será la opción más efectiva y eficaz a largo plazo?