El arte de volver a empezar, de reciclarse, de mejorar. La virtud de comenzar a contar desde cero, internamente… de posicionar los dos pies en la línea de salida. Olvidar el sonido del cansancio, del jadeo proveniente de un esfuerzo anterior. Sacudir la arena de los zapatos, contemplar la huellas pasadas sin decaimiento… romper las suelas fruto de la constancia, de la peregrinación del “vamos a intentarlo otra vez”. Cubrirnos los ojos con una tela translúcida, jugar a que ya no vemos aquello que nos aterra y nos impide avanzar, nos trunca el progreso. Permitir que la luz se cuele… la luz de la esperanza, del optimismo, de la ilusión. Dejar de Escuchar el murmuro de los miedos, los mensajes de tintes pésimos y evocadores del fracaso… Agudizar los sentidos para la música, la armonía de la vida, de todos sus encantos. Tocar el fruto de la experiencia, qué importa si es fruto del error o del acierto… disfruta, disfruta de las pequeñas cosas. Aprende el arte de comenzar de nuevo, de reciclarse, de mejorar.
[…]